lunes, 6 de agosto de 2012

Día veintisiete

La ira hace mella en mi estado de tranquilidad irrumpiendo como un potro salvaje en una cacharrería. Se apodera de mí controlando lo que digo y lo que hago. Los años que llevo en los hombros y la experiencia me ayudan a tomarme con calma las vivencias, pero aun así sigo sufriendo en alguna ocasión un breve ataque de ira. Salir es un ejercicio reconfortante pues me siento herido por el error cometido y la cicatriz me recordará la próxima vez que debo respirar ante una situación crítica.

El control de la ira y la forma en la que se sale de ella es uno de los mejores auto indicadores de como nos encontramos. A mi me indica que voy por buen camino.....pero aun me falta mucho.

1 comentario:

  1. La ira! Bendita ira! Es la energía fiera que ayuda a las buenas personas a tomar decisiones, a dar uno, dos, tres pasos hacia delante y ayuda a poner a los que te rodean en el sitio que se merecen ( y a uno mismo también). Nunca quise hacer desaparecer mi ira cuando llegaba al rescate de mi vida, eso sí, aprender a dirigirla o canalizarla a donde realmente la necesitaba. Bendita ira que ha hecho más de una vez pegar un golpe sobre la mesa y ponerme en pié. Sí, bendita ira!

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