domingo, 25 de septiembre de 2016

Día menos veinte

Siento el calor de una brisa de verano y la fresca humedad marina suspendida en el aire rozando mi cuerpo. Aun sigo buscando la felicidad y mientras tanto hago los deberes; perdonar las ofensas y perdir perdón a los ofendidos, buscar el calor de amigos cuando mi corazón tiene frío, inspirar fuertemente en la tormenta para captar su furia y expirar la paz que anelo guardar dentro de mi. 

Me comeré un helado de hojas de almendro bravío e hinojo, me pondré mi mejor sombra, peinaré mis uñas y con un hermoso ramo de plumas abandonadas iré en busca de la salamandra que habita en los fuegos. Le diré que su llama se agota en mi interior cuando los sueños siguen su vuelo sin detenerse en la ventana de esta jaula de carton donde estoy por el momento. 

jueves, 1 de septiembre de 2016

Poesia de entre-tiempo


Busco alas!
¿quien me ayuda a conseguirlas?
de cintura a ambos lados,
y de afuera hacia adentro
quemado estoy sin recibirlas
por ello a Ícaro me parezco

¡Busco agua!
¿quién da a mi sed calma?
Quien pueda, no lo intente
Con agua solo no podría
En el averno está mi alma
Y de aquí ni Dios saldría

¡Busco una llave!
¿Sigo buscando o desespero?
Una puerta delante mía
Cerrada está según veo
Puede que desde fuera.
¡Entonces es que soy reo!

¿Por qué aun sigo pidiendo?
nadie puede darme alas
nadie puede mi sed calmar
¿y la llave que busco?
¿porque la quiero encontrar?
Para salir del averno
no necesito una llave
entré aquí como necio,
aquí estoy sin quererlo
y por no vivir la vida
puse sin yo saberlo
A mi pobre alma precio

domingo, 10 de julio de 2016

Dia menos veintiuno

Ayer creí haber rozado el cielo con mis manos, el tiempo habia abandonado mi mundo. Aun cuando el viento de levante quiso llamar la atencion con su poderío para sacarnos del ensueño, un refugio de almas perdidas nos protegia de las inclemencia de la efimera existencia humana.


Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso;
no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;
huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor suave,
olvidar el provecho, amar el daño;
creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño;
esto es amor, quien lo probó lo sabe.

Lope Felix de Vega y Carpio 

domingo, 26 de junio de 2016

Día menos veintidós

Cada día pareciera que tengo más conflictos, pero en realidad siempre tuve los mismos. Antes lo ignoraba y miraba hacia otro lado, ahora no puedo. Noto el efecto del mismo en el cuerpo al llegar, quizas presion en el pecho o una soga invisible en el cuello. Siento que me acerco al fuego y temo que su calor pueda abrasarme. Observo con la mayor atención para agradecerle lo que viene a enseñarme y cogiendo su mano me transformo. A veces me arrastra al infierno, otras veo luz, algunos conflictos se resuelven y otros permanecen. Son mis compañeros de viaje...bienvenidos sean.

martes, 12 de abril de 2016

día menos veintitres

Hace unos días pasé por una crisis emocional en espiral hacia la más profunda oscuridad. En ella deje de tener motivos para vivir. Al día siguiente de mi muerte estaba de resaca, alguien captó el momento y me recordó que los monjes budistas dejan su cuenco junto a la cama dado la vuelta antes de dormir. Es un símbolo, lo dejan bocabajo para que no se llene de polvo y alguien más lo pueda usar si ellos no vuelven a levantarse.

Morirme de vez en cuando me hace disfrutar del tiempo que sigo vivo. Un día no me levantaré más,  hasta entonces....me deseo feliz tarde.

lunes, 11 de enero de 2016

Día menos veinticuatro

No he sido nunca ferviente devoto de ídolo alguno aunque hay personajes históricos como Jesús y Ghandi de los que extraigo el color con los que pintar mi vida cotidiana. Hay uno mas que no está en los libros y aun así es el que mas me ha enseñado hasta ahora. Tiene una capacidad sorprendente de sanar heridas. Como terapeuta, consigue ponerme ante un espejo en los momentos mas críticos para poder ver mi actitud. Usando muy pocas palabras dice aquello que necesita mi alma oír en cada momento, como si la divinidad marcara el guion de su locución para sacarme de la oscuridad. Me enseñó a perdonar la mayor de las maldades porque el lo hace cada instante sin perder la sonrisa. A veces me siento abrumado con su presencia, otras....le cojo de la mano mientras paseamos y cada martes por la noche le cocino una pizza.

Se que hay terapias muy costosas económicamente. Yo pagaría con el aire que respiro si Él lo necesitará. Ya tiene 8 años y agradezco a Dios cada segundo que me concedió a su lado.