lunes, 30 de diciembre de 2013

Día menos cuarenta y tres

Meditar, no se como se me pudo olvidar. Como no tengo mucho poder adquisitivo, estoy haciendo yoga en casa de un amigo, esto, meditar y volver a correr por el campo me a devuelto la ilusión.

Esta mañana a las 6 aun dominaba la oscura noche. Los campos estaban helados y el aire gélido dolía un poco al entrar por la nariz pero mi corazón estaba caliente. Me siento nuevamente vivo.

El tiempo no borra la memoria pero atenúa los recuerdos dolorosos.

martes, 24 de diciembre de 2013

Día menos cuarenta y cuatro

Y ahora? Hacia donde continuo? Confiar es complejo cuando siento un precipicio sin fondo bajo mis pies. Confio en el destino, confio en mis posibilidades, pero aun asi tengo miedo. Los aborígenes australianos utilizan una técnica cuando hay un momento con el ambiente enrarecido o tenso, consiste en detenerse y respirar 30 segundos inspirando desde el corazón de la tierra el alimento del alma y al expirar imaginar que iluminas cada celula de tu cuerpo. Los aborígenes son un pueblo que llevan miles años en armonía con la tierra, por ello los considero un ejemplo.

miércoles, 18 de diciembre de 2013

Día Menos cuarenta y cinco

Siento escozor en los ojos de tanto llorar, pero las lágrimas arrastran con ellas el barro de mis mejillas. Cuando mi rostro reluzca me pondré ropa limpia y saldré a pasear. Deambularé por lugares nuevos, hablare en otros idiomas..... por ahora me conformo con salir de la madriguera, aun tengo el cuerpo entumecido de haber permanecido tanto tiempo en la misma postura. 

Le pregunté al viento por ella, pero fue el silencio quien respondió.

Amar es una locura, pues su perdida hace tambalear los huesos y pone en el cuello una soga que se aprieta al sentir los recuerdos. Mientras intento ponerme nuevamente de pie y me sacudo el polvo, he recordado a Nietzsche: Aquello que no te mata, te hace mas fuerte.