viernes, 23 de marzo de 2012

Día dieciocho

Libertad. Creo que no existe una palabra tan infinita y abierta.
Libertad de poder elegir, de poder sentir, de hacer la vida que uno desea cuando quiera. Libertad que en ocasiones las personas que nos rodean parecen querer limitar, siendo en realidad nosotros mismos los que ponemos los limites que culturalmente nos inculcaron.
La libertad es una ráfaga de viento frío en verano que sobrevuela nuestra existencia y nos despeina haciéndonos participe de su olor. Es decisión nuestra volar a su compás o andar en contra suya por el miedo que suscita al ser humano, el volar sin alas.

jueves, 8 de marzo de 2012

Día diecisiete

Cuando era pequeño, recuerdo lo que disfrutaba estando tumbado en la tierra, tocar la corteza de un árbol o incluso colgarme suavemente en una rama. Es como dice Max: tengo dos madres, la que me llevó en la barriga y la madre naturaleza.
Este invierno no había "hecho huerto", hasta ahora. El contacto con la tierra es la terapia mas profunda que puede sentir un ser vivo en este planeta. Arrastra mis pensamientos hacia rincones luminosos y los desvanece para dejarme al desnudo con mi otra madre. Vuelvo a ser el individuo respetuoso y sensible que no quiero dejar de ser. Soy parte del mundo y puedo mimetizarme hasta confundirme visualmente con el entorno.
Los intelectuales occidentales piensan desde la goma espuma de sus asientos convirtiéndolos en malsanos. deberíamos fortalecer y ejercitar nuestro "cuerpo mental".