lunes, 15 de abril de 2013

Día treinta y ocho

Arreglé las alforjas de mi bicicleta y ahora puedo ir donde quiera con ella. Pero es que hoy estoy cansado! Cuando me viene este pensamiento, desenvaino mi espíritu de sacrificio y lucho contra la pereza que me acomoda en el estado de quietud. El mal que deambula entre algunas mentes conscientes es un letargo producido por un somnífero o relajante muscular extraño, el cual paraliza cualquier movimiento hacia la acción deseada. Como no es mi guerra no entro en como deberían solucionarlo, yo sigo mi día y espero que a todos les valla bien. Iré a salvar el bosque cuando tenga mi jardin cuidado