miércoles, 30 de noviembre de 2011

Día trece

La lluvia sirve a nuestra madre naturaleza para calmar al sediento campo. Pero al vivir en una casa de mas de 100 años, se ve de otra forma. Con la llegada del iniverno este año, ha sido complejo hacer de comer mientras me llovía ¡dentro de la cocina!. Por ello, tuve nuevamente esa sensacion de "Ilde, te estas equivocando". Llegué incluso a buscar otra lugar pensando en que mi hijo no estaba comodo. Después de observarlo detenidamente y confirmar que solo yo me mojaba, descubrí lo estupendamente calentito y seco que vive, ademas de estar encantado con la casa. ¡Todo le parece divertido!, pero mis miedos no me dejaron verlo.
Las comodidades creo que son algo impuesto. "Una casa no son cuatro paredes, una casita es donde se vive, se ama y se muere" de Chico Ocaña.   

viernes, 25 de noviembre de 2011

Día doce

La paz interior que siento ha cambiado mi forma de vida y pensamiento......y viceversa. Para vivir positivamente he tenido en cuenta hasta mi forma de hablar. Si no uso términos negativos al comunicarme, de alguna forma (algún psicólogo seguro que podría explicarlo) se contagia el resto de mi. La Madre Teresa de Calculta dijo una vez: Si celebráis un mitin en contra de la Guerra no contéis conmigo, pero si es a favor de la Paz, entonces iré.
Los dias pasan, y lejos de saber donde voy a parar, lo unico que hago es disfrutar del camino. En él me acompañan personas que aun no han experimentado esta sensacion y por ello sienten miedo. El miedo les procura la necesidad de hacerme desistir en mi rebeldía. Alguien dijo que la verdad tiene tres fases ineludibles, ser ridiculizada, violenta oposición y por último la aceptación sin dudas de la misma.  

viernes, 18 de noviembre de 2011

Día once

Escribir a mano es un placer que se perdió con la llegada del ordenador y de la maquina de escribir. Si alguna vez habéis escrito una carta de amor, no dudéis que la única forma de llegar al corazón de la persona amada fue con la caricia que produce la letra personal de uno mismo. Cuidad a vuestros seres queridos, escribidles de vez en cuando a mano. Desde que lo he vuelto a practicar he mejorado la caligrafía, se pierde la costumbre y cuesta volver a hacerlo, como montar en bici, pero una vez que recuerdas puedes llegar a mejorar tu estilo.

martes, 8 de noviembre de 2011

Día diez

Al igual que un virus, es necesario estar precabidos para no caer "enfermo" de mediocridad vital. Deberíamos escribir con buena letra cada una de nuestras vivencias y no hacerlas un borrador, quizás no tengamos tiempo de pasar a limpio nuestra existencia.
Internet y teléfono móvil lo tengo gracias a la empresa con la que trabajo. Pues bien, me lo han cortado ayer. En principio tuve cierto momento de crisis al sentirme incomunicado, pero a medida que pasaban las horas empecé a disfrutar igual que cuando regalé el Televisor. Es toda una mera ilusión, no los necesitamos, lo mantenemos en base a unas frases condicionantes enseñadas por los técnicos en Marketing de los fabricantes. Si quedo con  alguien le pregunto a que hora, el sitio y si está seguro de poder ir. Después voy a la cita, espero a que llegue, si se retrasa aprovecho para meditar y si no viene pasado un rato, me voy. Fue siempre así. No necesitamos llamar o mandar Mensajes diciendo "ya estoy cerca", "voy a retrasarme", "¿te queda mucho para llegar?". Debemos usar la imaginación y sentir empatía por los demás, de esta forma la comunicación puede suceder sin un teléfono.
Internet me parece aun mas preocupante, pues llega a ser un modo de vida. Hay personas que tienen una existencia virtual y eso los separa de la realidad. Las redes sociales pueden hacer de nosotros seres inertes.