miércoles, 18 de julio de 2012

Día veinticinco

¡Me lo ha dicho con maldad! ¡lo dijo para hacerme daño!
Si me tomo todos los comentarios de mi alrededor de forma personal encontraré siempre motivos para sentirme ofendido. En la mayoría de los casos se deben a situaciones temporales que los mismos ofensores, rectificarían si estuvieran en paz. Por ello no hago caso y me distancio del momento, analizando desde otra perspectiva el comentario el cual se desvanece como el humo en la brisa.
Al practicar la forma amable y pacifica de pensar alimento mi felicidad y mi paz interior. 

Si me catalogan de dejado o pasota por comportarme así, quizás es el miedo el que hace hablar, si puedo los ayudaré a entrar en este nuevo mundo, sino seguiré mi camino.

2 comentarios:

  1. Este post me ha recordado "Los Cuatro Acuerdos", seguro que lo has leído, sino es así, te gustaría. Apenas unas diez páginas que puedes descargar en internet.
    Buen camino

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