martes, 11 de septiembre de 2012

Día treinta

Se puede vivir una vida sencilla y humilde sin caer en el error de aferrarse a dicha filosofía. Cualquier tipo de esfuerzo para mantener una ideología produce dolor del alma y alimenta el Ego. Cuando veo que empieza a costarme mantener un tipo de actitud realizo justo lo contrario, y en esa experiencia me refuerzo a continuar en mi sitio. 
Un amigo me relato que el Ego es como un burro. Es necesario domarlo y llegar a montarlo, que no sea el burro el que nos monte a nosotros. Debemos alimentar de vez en cuando al burro hasta tenerlo domado, sino se pondrá a dar coces y brincos y no podremos pararlo del hambre que tendrá!!

PD: es una comparación filosófica, yo estoy de acuerdo con lo del Ego pero no con lo del burro pues es un animal hermoso, que actúa por instinto animal no por maldad. Su mirada transmite bondad.

2 comentarios:

  1. Estoy de acuerdo, yo uso mi propia técnica, pero hay que hacerse consciente de que anda por ahi siempre buscando protagonismo. Aprendo a escucharle con bondad e incluso gracia a veces, le observo, pero no le domo ni le juzgo, solo trato de conocer y reconciliarme con esa parte de mi y darle su espacio. Pero esa es mi particular experiencia.

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