viernes, 23 de marzo de 2012

Día dieciocho

Libertad. Creo que no existe una palabra tan infinita y abierta.
Libertad de poder elegir, de poder sentir, de hacer la vida que uno desea cuando quiera. Libertad que en ocasiones las personas que nos rodean parecen querer limitar, siendo en realidad nosotros mismos los que ponemos los limites que culturalmente nos inculcaron.
La libertad es una ráfaga de viento frío en verano que sobrevuela nuestra existencia y nos despeina haciéndonos participe de su olor. Es decisión nuestra volar a su compás o andar en contra suya por el miedo que suscita al ser humano, el volar sin alas.

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