Todos los días son diferentes, aunque nosotros podemos hacerlos semejantes, por seguridad y/o miedo. Si vives sumido en la rutina, pierdes el interés y esto te arrastra a dejarte llevar por placebos como salir de compras, ir a un restaurante..., experiencias programadas para tal efecto. Lo que hace especial cada jornada, son las experiencias profundas como descubrir, ayudar, perdonar, conocer, aprender o cualquier otra vivencia que te haga sentirte lleno.
El tiempo pasa y tengo recaídas. Siento por momentos que el agua me llega al cuello, como si todo fuera un sueño y la realidad me golpea para despertar. Entonces recuerdo un poema:
Como Calderón sentencia
la vida es solo un sueño
y esta misma una ilusión
Vivamos entonces con arte
pues los sueños, sueños son
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