Segundo día del final

 Ahora viendo el título con el que he retomado la escritura de este blog, me pregunto si no era un presagio.

Creo no haber hablado de una parte de mi con la que aun no he aprendido a lidiar. Es la zona oscura de mi ser. Tengo miedo de hablar de ella incluso, por las consecuencias que podría ocasionarme, sobre todo a la identidad que intento mantener. 

Es la parte que quiere revelarse, que ansia aparecer en escena para perturbar al espectador que esté observando. Es el rey lagarto. 

Hoy solo traeré esto de ese yo. Quizás otro día os lo presente....

Primer día del final

En estos tres años, mi vida a dado un auténtico vuelco.....externo, pues dentro de mí todo sigue igual.  

Esto me recuerda a una visualización que oí una vez. En ella nos transportaban a un océano embravecido, con olas terroríficas, cielo negro y corrientes que podían arrastrar al mismo Poseidón. En medio de esta dantesca escena, te invitaban a sumergirte en la profundidad del océano. Al cabo de unos metros todo se volvía calma. Podía mirar hacia la superficie y ver el caos, pero donde yo estaba todo estaba tranquilo, el tiempo parecía detenerse, quizás mas frio, puede que mas oscuro, menos concurrido de vida pero en la inmensidad del interior oceánico, la calma permea a todos los que allí flotamos.