viernes, 24 de agosto de 2012

Día veintiocho

Como siempre ando metido en mil líos se me pasó que el martes había quedado con Andrew para arreglarle otra vez la bici. El se desplazaba con ella por que no tenia ningún otro medio de transporte. Como solo hablaba ingles tuvo dificultades para encontrar trabajo y relacionarse. Había pensado quedar con el la semana que viene, que son solo 6 días después de lo acordado. Pero ya es tarde, pues ayer me dijeron que Andrew había fallecido. No tenia familia ni pertenencias. 

 Me hizo recodar algo de un cuento famoso:

- ¿cuanto tiempo es para siempre?

- A veces, solo un segundo.

Descansa en paz hermano Andrew, has grabado tu bondad en nuestros corazones. Gracias por haber compartido tu existencia con nosotros.


lunes, 6 de agosto de 2012

Día veintisiete

La ira hace mella en mi estado de tranquilidad irrumpiendo como un potro salvaje en una cacharrería. Se apodera de mí controlando lo que digo y lo que hago. Los años que llevo en los hombros y la experiencia me ayudan a tomarme con calma las vivencias, pero aun así sigo sufriendo en alguna ocasión un breve ataque de ira. Salir es un ejercicio reconfortante pues me siento herido por el error cometido y la cicatriz me recordará la próxima vez que debo respirar ante una situación crítica.

El control de la ira y la forma en la que se sale de ella es uno de los mejores auto indicadores de como nos encontramos. A mi me indica que voy por buen camino.....pero aun me falta mucho.